La medicina es una disciplina amplia que abarca diversas especialidades. Una de ellas es la Otoneurología, también denominada Neurootología. Esta subespecialidad fusiona el estudio de la Otología, que se encarga del análisis del oído y las patologías auditivas, con la Neurología, la rama médica que se centra en el estudio del cerebro y el sistema nervioso.

La Otoneurología, por tanto, se dedica a estudiar los trastornos auditivos y cómo están interconectados con el sistema nervioso central. Asimismo, se encarga de analizar cómo las enfermedades del oído interno pueden evolucionar hacia un trastorno del equilibrio.

En resumen, esta disciplina no solo aborda el oído en sí, sino también los nervios centrales y periféricos vinculados a él, y cómo esta compleja red se interrelaciona con otras estructuras corporales.

Un especialista en Otoneurología tiene la capacitación para tratar una amplia gama de disfunciones y patologías. Algunas de las condiciones más comunes incluyen infecciones del oído, otosclerosis, trastornos vasculares, enfermedades autoinmunes del oído interno, esclerosis múltiple, tumores y, por supuesto, la enfermedad de Ménière.

Estos profesionales utilizan una serie de pruebas y técnicas especializadas, como la Prueba de Romberg y la Prueba de coordinación dedo-nariz, para diagnosticar estas condiciones. Una vez diagnosticados, pueden determinar el tratamiento más adecuado, que puede variar desde la rehabilitación hasta la cirugía.